La puerta hacia la calidad educativa 

La mayoría de los jóvenes y adultos colombianos tienen un nivel aceptable de lectura literal; es decir, entienden lo que significan las letras y cómo se forman las palabras, pero de acuerdo con las evaluaciones PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y las Pruebas Saber, su nivel de lectura inferencial y crítica es mínimo, lo cual incide de manera directa en todo el proceso educativo, ya que la competencia lectora es transversal a todos los procesos de aprendizaje. Si un niño o un joven no han desarrollado plenamente su competencia lectora, va a presentar graves dificultades en el aprendizaje de cualquier área del saber, desde literatura hasta matemáticas.

De acuerdo con la OCDE, únicamente el 1 por ciento de los estudiantes colombianos se ubica en los niveles 5 y 6 de las pruebas PISA de lectura, “lo que indica que pueden comprender textos largos, manejar conceptos abstractos o contradictorios y establecer distinciones entre hechos y opiniones, con base en pistas implícitas relacionadas con el contenido o la fuente de la información”.

Por lo tanto, si queremos mejorar la calidad de la educación, es necesario que nuestros estudiantes aprendan a leer, no simplemente recitando un texto, sino entendiendo lo que este dice y logrando inferir o deducir la información que no le brinda el texto. Esto le permite comprenderlo y hacer una lectura inferencial, pero si además puede dar una opinión o juicio argumentado y fundamentado sobre dicha lectura, generando una opinión propia, basada en aprendizajes anteriores y el contexto, y lo transmite en forma clara, podemos afirmar que ese estudiante ya alcanzó un nivel de lectura crítica y va a poder desenvolverse en forma idónea en cualquier campo del saber. Desarrollar la competencia lectora no es un problema únicamente de la gramática o la literatura, sino de la vida misma.

Para apoyar a las instituciones educativas a desarrollar la competencia lectora en todas las áreas del saber, les presentamos el programa Leer Para Vivir.

Componentes del programa Leer Para Vivir:

• Plan lector integrado al currículo de cada grado escolar, mediante contenidos multimedia, digitales y transversales que permiten la comprensión de textos  con significado en distintas asignaturas.

• Diversidad de textos y contenidos digitales (literarios, científicos, instructivos, descriptivos, argumentativos, narrativos, publicitarios, informativos o periodísticos y expositivos) con actividades para desarrollar diferentes  niveles de comprensión, paso a paso para estudiantes, profesores y padres de familia o cuidadores.

• Textos multimedia significativos para los estudiantes según su cultura, etnia, intereses, que aportan al desarrollo curricular.

• Formación de docentes de todas las áreas en la implementación del programa Leer Para Vivir, a través de talleres de 16 horas.

Leer Para Vivir es un programa de mejoramiento de la calidad lectora desde preescolar hasta grado once, que se desarrolla a través de un conjunto de herramientas tecnológicas y mediante planes lectores transversales, interactivos, significativos y pertinentes. Este programa aporta al mejoramiento de los niveles de comprensión lectora (literal, inferencial y crítica) en forma activa e intertextual, desde preescolar hasta grado once, teniendo en cuenta el contexto en el que se desarrollan los estudiantes y docentes, sus potencialidades, necesidades y el PEI o PEC de cada institución educativa.

¿Qué le aporta el programa Leer Para Vivir a su institución educativa?

• Formación de los docentes de las diferentes áreas del conocimiento, orientada al mejoramiento de la calidad lectora.

• Diseño de un programa de mejoramiento de la calidad lectora acorde con el contexto, potencialidades, necesidades y el PEI o PEC de cada institución educativa.

• El tiempo que antes invertían los docentes en elaborar un plan lector, ahora pueden emplearlo en apoyar a los estudiantes que lo requieran.

• El programa se puede desarrollar con las grandes obras de la literatura universal y otra serie de lecturas libres de derechos, lo que reduce los costos de los padres de familia. Además, cada familia de los estudiantes puede contar con una biblioteca de 500 libros digitales que se pueden leer con o sin internet, para ampliar el ejercicio lector en los hogares y convertirlos en ambientes lectores.

• Aportamos estrategias para facilitar procesos de comprensión activa antes, durante y después de la lectura.

• Promovemos estrategias para desarrollar metacognición de la comprensión:  reconocimiento del nivel de comprensión, acciones para mejorar.

• Reconocemos la importancia de los conocimientos previos para la comprensión del texto.

• La necesidad de elaborar significados implícitos a través de textos explícitos, aún en textos menos complejos.

• La importancia de desarrollar conocimientos generales para facilitar la elaboración de inferencias, mediados por la relación pensamiento-lenguaje.

• El aporte en la interpretación del texto, de la capacidad para reconocer palabras sustitutivas, pronombres, elipsis o supresiones en las oraciones y entre las oraciones.